La Página.com 09-07-10
El salvadoreño podría ser condenado a cadena perpetua si es encontrado culpable de actos de terrorismo.
El salvadoreño Francisco Chávez Abarca, reclamado por la justicia cubana por ser uno de los autores de los atentados en hoteles de La Habana y Varadero, en 1997, será sometido a un proceso investigativo y de instrucción, de acuerdo con los delitos que cometió al cumplir órdenes del terrorista Luis Posada Carriles.
De ser encontrado culpable podría ser condenado a cadena perpetua en su calidad de reo común procesado por delito de lesa humanidad.
Así lo señala una nota del Ministerio del Interior de Cuba, dada a conocer por la televisión estatal de la isla y reseñada por el diario Correo del Orinoco La Artillería del Pensamiento, publicada en su portal web, en su edición de este viernes.
Fabián Escalante, especialista cubano en temas de seguridad y terrorismo, recalcó que será el pueblo cubano quien juzgue a Chávez Abarca.
Escalante resaltó que Venezuela es el primer país que hace justicia a un pedido de Cuba para juzgar a terroristas de esa clase, de hecho calificó de positiva la decisión del Gobierno Bolivariano de extraditar a Cuba al terrorista.
En una entrevista concedida a Radio Nacional de Venezuela, Escalante aseveró: “Éste es un personaje entrenado por las mejores escuelas de la Agencia Central de Inteligencia y por el Bin Laden del hemisferio occidental, Luis Posada Carriles, que es culpable de los atentados contra instalaciones turísticas cubanas en 1997″.
La semana pasada, durante un operativo realizado por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), Chávez Abarca fue detenido en el aeropuerto Internacional de Maiquetía, cuando intentaba ingresar al país con pasaporte guatemalteco falso.
El canciller, Nicolás Maduro, reiteró el miércoles pasado, en ocasión de la deportación, que Venezuela seguirá exigiendo al Gobierno de Estados Unidos la extradición y entrega del terrorista Luis Posada Carriles, a la justicia venezolana.
Chávez Abarca, efectivamente, confesó haber sido contratado por el prófugo Luis Posada Carriles para realizar actos desestabilizadores en Venezuela y reveló que su enlace fue el guatemalteco Daniel Barrundia, relacionado con la Fundación Contrarevolucionaria Cubano-Americana, ubicada en Miami, al sureste de Estados Unidos.
Al ser interrogado sobre quién estaba dirigiendo sus movimientos en las operaciones, Chávez Abarca contestó que era Luis Posada Carriles.
Posteriormente, un funcionario venezolano le preguntó sobre el paradero de este terrorista antirrevolucionario, a lo que el detenido contestó: “No sé, porque yo tengo desde el 97 de no hablar con él”.
Además, indicó que las órdenes las seguía “por medio de Daniel (Barrundia)”.
Chávez Abarca también confesó que recibía instrucciones en clave a través de un correo electrónico, en el que mencionaba el restaurant El Caney del Chivo, ubicado cerca del aeropuerto internacional de Maiquetía, específicamente en la localidad de Catia La Mar, en Vargas, donde se encontraría con tres personas, entre ellos dos venezolanos, para iniciar el plan desestabilizador.
Uno de los correos electrónicos encontrados en la cuenta de Chávez Abarca dice: “Que la muchachita traiga fotos de permisos de conducir para que conozca la universidad rapidito”, refiriéndose esto a Venezuela, “que acá la cosa está bien difícil”.
Según el terrorista, en esa reunión se buscaba planificar disturbios y evaluar los sitios donde se pudieran iniciar.
Entre las acciones que venía a hacer Chávez Abarca para truncar las venideras elecciones parlamentarias del 26 de septiembre estaban “quemas de llantas, hacer disturbios de la calle y atacar a un partido político”.
La idea, según el detenido, era poner a pelear a movimientos de la revolución a través de las “conveniencias diferentes” que tienen.
Chávez Abarca, al ser detenido en Venezuela, en principio dijo estar de turismo en el país, pero posteriormente confesó a las autoridades que su misión en el país era iniciar una fase de atentados en medio del proceso electoral de septiembre.
Acusado por narcotráfico, venta de armas y falsificar dinero, el terrorista salvadoreño es discípulo del terrorista Luis Posada Carriles, quien está actualmente está protegido en Estados Unidos.
La Asamblea Nacional (AN) instaló el miércoles pasado una Comisión Mixta, presidida por el diputado Juan José Mendoza, a fin de iniciar una investigación exhaustiva sobre la presencia del terrorista en Venezuela.
“Vamos a investigar las conexiones políticas que tenía este asesino en tierras venezolanas, porque si venía como turista, ¿quién le vendió el pasaje", ¿qué conexiones tiene", ¿cuál hotel", ¿qué logística le iban a poner". Este terrorista venía porque ya tenía toda la logística montada de explosivos, de instrumentos, de vehículos, de conexiones, de dinero, que, por supuesto, ameritan todo un estudio”, puntualizó Mendoza.
La comisión trabaja coordinadamente con el Ministerio Público y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Quién es Chávez Abarca
El portal Cuba Debate refiere que el historial de Chávez Abarca se remonta a los años 90, cuando fue señalado de dedicarse al narcotráfico, así como a la venta de armas y de dinero falsificado en Guatemala.
Utilizó los alias Manuel González, Roberto Solórzano y William González y efectuó tres viajes breves a Cuba, en abril y mayo de 1997 para hacer varios atentados.
El 12 de abril de 1997 activó una bomba de 600 gramos de C-4, que causó daños materiales en los baños de la discoteca Aché del Hotel Meliá Cohíba en La Habana.
El 30 del mismo mes es desactivado un artefacto explosivo 401 gramos de C-4 que el salvadoreño había colocado en una maceta ornamental del piso 15 de la misma instalación hotelera.
El 24 de mayo de ese mismo año, mientras Chávez Abarca se encontraba en México estalló una bomba en la entrada de las oficinas de la corporación Cubanacán de la capital.
En 1997, siguiendo orientaciones de Posada Carriles, Chávez Abarca fue quien contrató al mercenario Ernesto Cruz León y lo encargó de realizar misiones terroristas en Cuba.
Cruz León confesó luego que hizo dos viajes a Cuba en los que puso bombas en hoteles habaneros, una de las cuales mató al joven turista italiano Fabio Di Celmo, el 4 de septiembre de 1997.
El portal digital de Telesur señala, además, que Chávez Abarca estuvo detenido en El Salvador, junto a otras 21 personas, por estar involucrado en el robo de automóviles y estafa.
Las autoridades de El Salvador manifestaron, entonces, que se trataba de “una de las principales estructuras del crimen organizado dedicadas al robo y hurto de vehículos en los ámbitos nacional y centroamericano”.
Aunque estuvo preso, nunca tuvo que responder ante los tribunales salvadoreños por ser el principal cómplice de Posada Carriles en innumerables delitos. El 28 de octubre de 2007, un juez de ese país lo liberó.
El salvadoreño podría ser condenado a cadena perpetua si es encontrado culpable de actos de terrorismo.
El salvadoreño Francisco Chávez Abarca, reclamado por la justicia cubana por ser uno de los autores de los atentados en hoteles de La Habana y Varadero, en 1997, será sometido a un proceso investigativo y de instrucción, de acuerdo con los delitos que cometió al cumplir órdenes del terrorista Luis Posada Carriles.
De ser encontrado culpable podría ser condenado a cadena perpetua en su calidad de reo común procesado por delito de lesa humanidad.
Así lo señala una nota del Ministerio del Interior de Cuba, dada a conocer por la televisión estatal de la isla y reseñada por el diario Correo del Orinoco La Artillería del Pensamiento, publicada en su portal web, en su edición de este viernes.
Fabián Escalante, especialista cubano en temas de seguridad y terrorismo, recalcó que será el pueblo cubano quien juzgue a Chávez Abarca.
Escalante resaltó que Venezuela es el primer país que hace justicia a un pedido de Cuba para juzgar a terroristas de esa clase, de hecho calificó de positiva la decisión del Gobierno Bolivariano de extraditar a Cuba al terrorista.
En una entrevista concedida a Radio Nacional de Venezuela, Escalante aseveró: “Éste es un personaje entrenado por las mejores escuelas de la Agencia Central de Inteligencia y por el Bin Laden del hemisferio occidental, Luis Posada Carriles, que es culpable de los atentados contra instalaciones turísticas cubanas en 1997″.
La semana pasada, durante un operativo realizado por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), Chávez Abarca fue detenido en el aeropuerto Internacional de Maiquetía, cuando intentaba ingresar al país con pasaporte guatemalteco falso.
El canciller, Nicolás Maduro, reiteró el miércoles pasado, en ocasión de la deportación, que Venezuela seguirá exigiendo al Gobierno de Estados Unidos la extradición y entrega del terrorista Luis Posada Carriles, a la justicia venezolana.
Chávez Abarca, efectivamente, confesó haber sido contratado por el prófugo Luis Posada Carriles para realizar actos desestabilizadores en Venezuela y reveló que su enlace fue el guatemalteco Daniel Barrundia, relacionado con la Fundación Contrarevolucionaria Cubano-Americana, ubicada en Miami, al sureste de Estados Unidos.
Al ser interrogado sobre quién estaba dirigiendo sus movimientos en las operaciones, Chávez Abarca contestó que era Luis Posada Carriles.
Posteriormente, un funcionario venezolano le preguntó sobre el paradero de este terrorista antirrevolucionario, a lo que el detenido contestó: “No sé, porque yo tengo desde el 97 de no hablar con él”.
Además, indicó que las órdenes las seguía “por medio de Daniel (Barrundia)”.
Chávez Abarca también confesó que recibía instrucciones en clave a través de un correo electrónico, en el que mencionaba el restaurant El Caney del Chivo, ubicado cerca del aeropuerto internacional de Maiquetía, específicamente en la localidad de Catia La Mar, en Vargas, donde se encontraría con tres personas, entre ellos dos venezolanos, para iniciar el plan desestabilizador.
Uno de los correos electrónicos encontrados en la cuenta de Chávez Abarca dice: “Que la muchachita traiga fotos de permisos de conducir para que conozca la universidad rapidito”, refiriéndose esto a Venezuela, “que acá la cosa está bien difícil”.
Según el terrorista, en esa reunión se buscaba planificar disturbios y evaluar los sitios donde se pudieran iniciar.
Entre las acciones que venía a hacer Chávez Abarca para truncar las venideras elecciones parlamentarias del 26 de septiembre estaban “quemas de llantas, hacer disturbios de la calle y atacar a un partido político”.
La idea, según el detenido, era poner a pelear a movimientos de la revolución a través de las “conveniencias diferentes” que tienen.
Chávez Abarca, al ser detenido en Venezuela, en principio dijo estar de turismo en el país, pero posteriormente confesó a las autoridades que su misión en el país era iniciar una fase de atentados en medio del proceso electoral de septiembre.
Acusado por narcotráfico, venta de armas y falsificar dinero, el terrorista salvadoreño es discípulo del terrorista Luis Posada Carriles, quien está actualmente está protegido en Estados Unidos.
La Asamblea Nacional (AN) instaló el miércoles pasado una Comisión Mixta, presidida por el diputado Juan José Mendoza, a fin de iniciar una investigación exhaustiva sobre la presencia del terrorista en Venezuela.
“Vamos a investigar las conexiones políticas que tenía este asesino en tierras venezolanas, porque si venía como turista, ¿quién le vendió el pasaje", ¿qué conexiones tiene", ¿cuál hotel", ¿qué logística le iban a poner". Este terrorista venía porque ya tenía toda la logística montada de explosivos, de instrumentos, de vehículos, de conexiones, de dinero, que, por supuesto, ameritan todo un estudio”, puntualizó Mendoza.
La comisión trabaja coordinadamente con el Ministerio Público y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Quién es Chávez Abarca
El portal Cuba Debate refiere que el historial de Chávez Abarca se remonta a los años 90, cuando fue señalado de dedicarse al narcotráfico, así como a la venta de armas y de dinero falsificado en Guatemala.
Utilizó los alias Manuel González, Roberto Solórzano y William González y efectuó tres viajes breves a Cuba, en abril y mayo de 1997 para hacer varios atentados.
El 12 de abril de 1997 activó una bomba de 600 gramos de C-4, que causó daños materiales en los baños de la discoteca Aché del Hotel Meliá Cohíba en La Habana.
El 30 del mismo mes es desactivado un artefacto explosivo 401 gramos de C-4 que el salvadoreño había colocado en una maceta ornamental del piso 15 de la misma instalación hotelera.
El 24 de mayo de ese mismo año, mientras Chávez Abarca se encontraba en México estalló una bomba en la entrada de las oficinas de la corporación Cubanacán de la capital.
En 1997, siguiendo orientaciones de Posada Carriles, Chávez Abarca fue quien contrató al mercenario Ernesto Cruz León y lo encargó de realizar misiones terroristas en Cuba.
Cruz León confesó luego que hizo dos viajes a Cuba en los que puso bombas en hoteles habaneros, una de las cuales mató al joven turista italiano Fabio Di Celmo, el 4 de septiembre de 1997.
El portal digital de Telesur señala, además, que Chávez Abarca estuvo detenido en El Salvador, junto a otras 21 personas, por estar involucrado en el robo de automóviles y estafa.
Las autoridades de El Salvador manifestaron, entonces, que se trataba de “una de las principales estructuras del crimen organizado dedicadas al robo y hurto de vehículos en los ámbitos nacional y centroamericano”.
Aunque estuvo preso, nunca tuvo que responder ante los tribunales salvadoreños por ser el principal cómplice de Posada Carriles en innumerables delitos. El 28 de octubre de 2007, un juez de ese país lo liberó.