México confirma muerte de 12 salvadoreños en masacre
AFP 27-08-10

Los autoridades mexicanas identificaron a 31 de los 72 migrantes asesinados en el norte de México, de los cuales 14 son hondureños, 12 salvadoreños, cuatro guatemaltecos y uno brasileño, mientras siguen las condenas internacionales a la masacre y el pedido de que sea esclarecida.

Las víctimas fueron secuestradas cuando iban camino hacia Estados Unidos por supuestos miembros del grupo de Los Zetas, ex brazo armado del cártel del Golfo, que les dispararon cuando se negaron a ser reclutados, según declaraciones de un ecuatoriano, de 18 años, único sobreviviente y testigo de la matanza.

Un agente del ministerio público que estuvo a cargo de las primeras indagaciones y un policía están desaparecidos desde la tarde del miércoles, mientras que la familia del testigo recibió amenazas en Ecuador.

“El (agente del) ministerio público de estos homicidios ciertamente está desaparecido, pero no se reporta información acerca de su fallecimiento”, dijo el presidente Felipe Calderón, después de que se divulgara que había aparecido asesinado.

La Secretaría Nacional del Migrante de Ecuador informó que la familia del sobreviviente, que vive en el sur del país, fue puesta bajo resguardo policial después de recibir amenazas del traficante de personas que facilitó el viaje del joven a cambio de un pago de 11.000 dólares.

El gobierno de Ecuador solicitó que las imágenes del ecuatoriano y de su familia, así como su condición médica, que fueron difundidas por la prensa, sean restringidas, en tanto que el presidente de México, Felipe Calderón, condenó que se hayan filtrado sus datos.

En diciembre de 2009, después de que el capo Arturo Beltrán Leyva fue abatido por infantes de Marina en México, un grupo armado mató a la madre, dos hermanos y una tía del marino mexicano Melquisedet Ángulo Córdova, muerto en el operativo y cuyo nombre había sido divulgado por las autoridades.

Desde los países involucrados y organismos internacionales siguieron produciéndose reacciones de rechazo a la matanza. El canciller de Brasil, Celso Amorim, la calificó de “tragedia”, mientras que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, se declaró “totalmente en shock”.

“Esta matanza pone de manifiesto la situación crítica de los migrantes en el país”, dijo Pillay a través de un comunicado, y recordó que el año pasado el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos de los migrantes indicó que un total de 400.000 personas (incluyendo mexicanos) migran a través de la frontera de México cada año.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, subrayó la necesidad de “coordinar” en la región la lucha contra el crimen transnacional, y se unió a los reclamos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dependiente de la OEA, para que la masacre sea esclarecida.

“Este trágico episodio refleja la confluencia de dos fenómenos que afectan el desarrollo de América Latina y su sistema democrático: la acción del crimen organizado y la desprotección que viven tantos compatriotas latinos que emigran en busca de un futuro mejor”, dijo Insulza.

La CIDH instó a su vez al Estado de México “a maximizar sus esfuerzos para investigar estos crímenes y juzgar a los responsables materiales e intelectuales”, además de “adoptar de manera urgente todas las medidas necesarias para proteger a todos los migrantes en su territorio”.

México ofreció una visa humanitaria por un año al ecuatoriano, que está en un hospital de la Marina bajo custodia. La comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, dijo que si decide volver a su país México lo repatriaría “con todas las precauciones y la protección que él merece”.

En Tamaulipas, donde ocurrió el asesinato masivo, hoy además explotaron dos presuntos coches bomba en Ciudad Victoria, uno de ellos frente a los estudios de la cadena Televisa, que causaron sólo daños materiales.

De los 72 cuerpos, quedan 41 sin identificar, ya que no portaban documento alguno, dijo a dpa una fuente de la Procuraduría de Justicia del Estado de Tamaulipas, que pidió anonimato por razones de seguridad. Según el testigo, también había otros ecuatorianos en el grupo.

Los cadáveres aparecieron el martes en un rancho cerca de San Fernando, a unos 160 kilómetros de la línea fronteriza.